Campeones de despacho

La Copa del Rey vuelve a rodar, un año más. Y un año más se parte de una competición adulterada, tan aduterada como la Liga, y el único responsable de esta adulteración es Villar, el mismo que decide el destino de los árbitros y con ello, define los triunfos de quienes jamás han conocido la victoria. Los árbitros jornada tras jornada empujan un poco más al Barcelona al liderato. Asi se han decidido las Ligas desde que Villar es presidente de la Federación. Pero el Real Madrid ya esta acostumbrado a ello, es un hecho conocido, declarado, la corrupción y adulteración en el fúbtol español es un hecho consentido por muchos, y es aqui donde el Real Madrid juega un papel importante. El Real Madrid dignifica el fútbol, ganando año tras año, luchando contra viento y marea, ganado una competición emponzoñada, una competición que año tras año un dirigente vasco decide en un despacho, que ha de ganar un equipo catalán. Y es dentro de toda esta verguenza que aparece el Madrid para glorificar el deporte rey.

Hoy miércoles jugará el Barcelona, saldrá a defender un título que gano, una vez más, en los despachos, porque no olvidemos que este equipo, que tanto se llena la boca con sus titulos del años pasado, es una verguenza, no solo para cualquier aficionado al deporte, sino también para cualquier demócrata. Hace casi diez años que el Barcelona debería haber sido expulsado de la Copa del Rey, por negarse a jugar, por manchar con ese gesto la competición que tan injustamente ganaron el año pasado, y el Barcelona debería haber recibido una sanción ejemplar, a perpetuidad, porque negandose a jugar la Copa del más Grande de los Españoles, también insultó a la Familia Real. ¿como puede levantar esa copa un equipo que atenta contra los principios constitucionales?

Esta Copa del Rey, la Familia Real, y España merecen otro trato que el que le dispensan Villar y el Barcelona con sus actitudes antidemocráticas.

La cara y la cruz de siempre

Esta semana el barcelonismo celebraba la renovación de su capitán, Puyol, que seguirá repartiendo a diestro y siniestro hasta los 35 años, como poco. Y será de las pocas cosas que puedan celebrar este año, quizas tengan alguna alegria con algun pinchazo accidental del Real Madrid.Dios, que alguien les diga que el objetivo del deporte es ganar, no estar pendientes de si el rival pierde. Pero asi es la história azulgrana, y ya van más de cien años mirando con envidia hacia la capital.Y no solo por cuestiones futbolísticas.

Visto como van las cosas, el barcelonismo no tendrá esta temporada más motivos de alegria, llevan viviendo en la angustia desde la primera jornada, sabedores que este año no contarán con la inestimable colaboración de los árbitros, a los que se les ha ido la mano, y demasiado, las últimas temporadas. Con Florentino en el Real Madrid no hay quien tenga cojones de soplarle en la oreja al Real Madrid, y así ha de ser. El Real Madrid se ha ganado su autoridad con sus más que centenaria historia, el Barcelona la ha comprado a través de los arbitrajes ordenados desde el despacho de Villar. Negro se le presenta el año al Barcelona, que ya no es capaz de ganar a un colista de grupo en la Champions, aquella competición que el Real Madrid colecciona de nueve en nueve. Mal van las cosas en Barcelona, cuando tienen que correr a renovar a Puyol, más por cuestiones nacionalistas que por razones futbolísticas. El siguiente en renovar será Marquez, otra joven promesa también entrada en la treintena.

Mientras, el Real Madrid sigue siendo el de siempre, el equipo ganador que ha sido durante más de un siglo. Sin ir más lejos, mientras escribo estas líneas, el Real Madrid pasea su liderato en el Molinón, y quien me iba a decir que mientras escribía las palabras del miércoles, todas las miradas se ponían en Alexandre Pato, que vestirá la Sagrada Camiseta Blanca la próxima temporada. Cesc, Ribery, Pato, junto con Benzema, Kaká y Cristiano estan llamados a ser los Diestefanos del siglo XXI.¿Quien sabe si algún payés de la Masía tomará el Puente Aereo para poder degustar la gloria, hastiado de tanto fracaso?.Las próximas seis Copas de Europa estan esperando a ser recogidas por la Generación Blanca.

Así son las cosas, el Campeón no se hace, se nace, y aquí tenemos al Real Madrid, nacido para ser Campeón. Mientras unos se preocupaban de hacer nacionalismo renovando a su líder de los quebrantatobillos, otros miran hacia el futuro con la cabeza alta, y con la ilusión de saber que lo mejor aún esta por llegar.

Partidos de quince minutos

Ya pasó contra el Valladolid, Raúl puso líder al Real Madrid con sólo dos genialidades en quince minutos, las malas lenguas, o mejor dicho, la envidia que tanto se estila en provincias, dudaban de la entidad del rival, pero esta noche en Chamartin, y contra un rival de entidad, el todopoderoso, más por su presidente que por su fútbol, Milan, ha vuelto a probar la medicina del siete, que en apenas quince minutos ha sacado los colores, para clasificar al Madrid como líder para la siguiente ronda europea. Asi es este Madrid, al que le basta con siete minutos del siete para humillar a sus rivales, esta vez ante Europa entera.

Asi es este Madrid, humillantemente superior a todos sus rivales, no necesita partidos de noventa minutos, en apenas un cuarto de hora ya ha vapuleado a sus rivales, y despues a descansar, que hay que estar frescos para mayo. El camino hacia la décima es un dulce paseo de rosas, de partidos de quince minutos.

El 22 de Mayo al Madrid le bastarán 15 minutos para humillar a su rival y devolver la Copa de Europa a casa.

Noche en vela

Anoche el Madrid se acostó a un punto, pero seguro que muchos habrán pasado la noche en vela. Unos porque tras el partido, perdón, partidazo de el Madrid, perdón de Raúl, en el Bernabeu, se fueron a la cama con la sensación que este equipo no tiene ni techo ni rival, y así es, porque el día que faltaron las estrellas, Cristiano, Kaká y Benzema, que aun está por aparecer, pero que el día que aparezca marcará un antes y un después en el fútbol, ese día, aparecían Raúl e Higuain, para deleitarnos con tres goles, a cual más bonito, más inverosímil, más memorable. Al Madrid le bastaron 15 minutos del siete para recuperar el liderato, a la espera de lo que hiciera el Valencia con el Barcelona en el Luis Casanova. Con Raúl empezó y acabó el partido, marcó y acalló quince días de críticas, dos semanas de basura fueron enterradas con dos genialidades. Como he dicho, este equipo no parece tener techo, el dia que faltan sus estrellas basta con los de siempre para arrollar al rival. La hinchada abandonó el Bernabeu sabiendo que anoche el Madridismo se acostaría líder, fuera cual fuera el resultado del rival.

Mientras, otros no pasaron del empate, resultado gafas. De ese equipo que ganó la Liga el año pasado no se vio nada, pero nada de nada, salvo una dureza excesiva de jugadores como Alves, que muy pronto empiezan a perder los papeles, quizás el resultado del Bernabeu fué demasiada presión para ellos, o quizás, el invento de Guardiola ha durado poco, ha sido un sueño efímero. Y ya llevan tres o cuatro sopapos esta temporada, contra el Shakhtar, Inter, Almería, y anoche el Valencia. Los rivales ya saben no solo como contrarrestar el previsible juego del Barcelona, sino que además se permiten darle lecciones de fútbol, como hizo anoche Emery con Guardiola, al que una vez el arbitro salvó de la quema. Merecieron más los de Mestalla, pero ya se sabe, la sombra de Villar es alargada. Y no lo digo solo por la actuación arbitral, que perdonó la expulsión de Alves y un penalti claro de Puyol, sino porque anoche no debieron jugar ni Xavi, ni Puyol, tras abandonar cobardemente la convocatoria de la Selección. Aunque visto lo visto, Xavi anoche jugó algo menos que el miércoles, y ya van dos partidos seguidos en los que el rival anula a Xavi, que no Xabi. Acabó el partido como empezó con un empate a cero, y con el Barcelona con el miedo en el cuerpo, y cada vez el miedo empieza antes, si el año pasado su sufrimiento comenzó en diciembre este año no hemos tenido que esperar ni siquiera a que termine el mes de octubre.

Y así ha pasado la noche, unos no podían conciliar el sueño porque ven cada vez más cerca repetir los éxitos que consiguió el rival el año anterior, otros en vela, porque la pesadilla blanca no ha hecho más que empezar. Porque anoche el Madridismo se acostó más líder que nunca y el Barcelona con el amargo sabor que deja la derrota, otra vez.